Albahaca
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ALBAHACA
(Ocimum basilicum)
La Albahaca es una planta sagrada de raíces solares y alma ígnea, se presenta como un espíritu vegetal de gran poder protector, clarificador y activador. Su aroma, penetrante y luminoso, actúa como un rayo de fuego que despeja lo denso, lo confuso, lo parasitario. Portadora de la luz del Sol, la Albahaca irradia una vibración alta que purifica los campos energéticos y corta con firmeza todo lo que esté en desarmonía con la verdad interior del alma.
Su esencia guarda la capacidad de limpiar interferencias psíquicas, pensamientos repetitivos, entidades pegadas, energías proyectadas o envidias que hayan quedado adheridas al aura. Es un escudo vibracional que no ataca, sino que brilla con tanta fuerza, que ninguna sombra puede sostenerse en su presencia.
La Albahaca también es clarificadora de la mente. Trabaja sobre los velos que impiden ver con nitidez, y actúa sobre el tercer ojo y el plexo solar, alineando la intuición con la voluntad. Es ideal para momentos de confusión, cuando hay ruido mental, exceso de estímulo o cansancio espiritual. En ese sentido, despierta el discernimiento, la capacidad de ver lo verdadero sin esfuerzo, como quien recuerda en vez de analizar. Ayuda a quienes canalizan o hablan en público, terapeutas, maestros, guías, a expresar con claridad, sin interferencias ni auto-boicots, alineando palabra y energía en coherencia.
Pero su fuego no es solo protector o clarificador. Es también voluntad sagrada. En el centro del pecho y del plexo, la Albahaca enciende una llama dorada que reactiva la acción alineada, el propósito consciente, el empuje vital que nace del alma y no del ego. Es una planta que ordena, centra, dirige. Cuando uno se siente disperso, agotado, sin fuerza o sin rumbo, su perfume devuelve eje y presencia. Nos recuerda que actuar desde la luz interna es más poderoso que resistir desde el miedo.
Trabaja profundamente con los chakras plexo solar, garganta y tercer ojo, ordenando la expresión, la visión y la dirección interna. Su vibración penetra los cuerpos sutiles, especialmente el mental y el emocional, liberando nudos, pactos antiguos, palabras no dichas, pensamientos no reconocidos.
“Decí tu verdad.
Cortá lo que ya no vibra.
Abrí camino desde el fuego de tu conciencia.
Yo estoy con vos.
No hay sombra que resista la luz del alma despierta.”